En la conformación de las listas, tanto Mauricio Macri como Ricardo López Murphy han mostrado una gran debilidad. Sus fuerzas políticas no pueden darse el lujo de perder bancas. Una cantidad notable de legisladores y diputados que han sido incluídos en las listas de Recrear y Compromiso para el Cambio en el 2003, y del PRO en el 2005 han dejado de representar a los partidos. Algunos en tiempo récord, otros tardaron un poco más y saltaron hacia otros partidos o crearon unibloques. Podemos acusar al kirchnerismo de cooptarlos, pero la principal responsabilidad es de los líderes de ambos partidos.
Los votantes sienten un alto grado de repulsión ante estas situaciones. Es inaceptable y le causa mucho daño a la política, actividad bastante desprestigiada en nuestro país, y al desarrollo democrático.
Los resultados posteriores a los procesos electorales son totalmente negativos. Jorge Enríquez, Florencia Polimeni, Jorge Arguello, Paola Spátola, Lorenzo Borocotó, Maria Eugenia Estenssoro y Helio Rebot (no estoy seguro de que sean todos) dejaron la banca y se sumaron al ARI, al kirchnerismo, al radicalismo o crearon unibloques.
En la actualidad, el bloque PRO tiene en la legislatura y en diputados 24 bancas, perdiendo 7. O sea que ha perdido casi el 25% de sus bancadas. Esto es un error que puede dejar a una fuerza política en crecimiento, en la tercer o en la cuarta minoría, pudiendo ser ampliamente la segunda.