domingo, 19 de agosto de 2007

Carrió y López Murphy abren la puerta a un acuerdo para enfrentar a Cristina

Reconocieron que existen posibilidades de unir fuerzas. El titular de Recrear bajaría su candidatura.
Los contactos silenciosos empezaron hace tiempo. Los rumores comenzaron a escucharse poco después. Los protagonistas siempre habían negado todo. Pero ayer, por primera vez, Elisa Carrió y Ricardo López Murphy reconocieron que mantienen la puerta abierta a un acuerdo electoral para enfrentar a Cristina Fernández de Kirchner en las elecciones presidenciales de octubre.
Dijo Carrió a Clarín: "Voy a hacer lo posible para que la Coalición Cívica sea cada vez más amplia. No le cierro la puerta a nadie que haya tenido conductas éticas y de resistencia en los últimos años. López Murphy es uno de ellos".
Dijo López Murphy en declaraciones radiales: "Si se dieran las condiciones de conformar una gran coalición nunca las ambiciones personales mías serían un freno. Debo reconocer que si la oposición va muy fraccionada le facilita la faena al Gobierno, que ha cometido todo tipo de desaguisado".
Como si se hubieran puesto de acuerdo, los dos se encargaron de resaltar casi al mismo tiempo que podría haber modificaciones en el tablero de la oposición. Las palabras de los dos candidatos presidenciales de origen radical no hicieron más que reforzar las negociaciones que existen entre los principales colaboradores de ambos.
En sus últimos encuentros, los diputados Esteban Bullrich (Recrear) y Adrián Pérez (ARI) no sólo hablaron de las denuncias conjuntas en el caso Skanska. También se dedicaron a explorar -junto a otros dirigentes de sus partidos- las posibilidades de un acuerdo.
En Recrear son mayoría los que creen que el tibio respaldo de Mauricio Macri a la candidatura presidencial de López Murphy no alcanza para dar pelea en octubre. Y un día después de que Macri anunciara que sólo brindaría su apoyo en la Capital, reforzaron la búsqueda de una "alternativa superadora" que le facilitara a López Murphy una "salida elegante". En otras palabras: un entendimiento con Carrió para poder bajarse de la elección presidencial a cambio de una candidatura a senador por la Capital.
El miércoles, consultada por este diario, Carrió aseguró: "No tengo conversaciones ni hice ningún tipo de acuerdo". Ayer, ratificó que no se reunió con López Murphy pero se mostró mucho más receptiva a sumarlo a sus filas. Luego de repetir varias veces que hará todo lo posible por ampliar la Coalición Cívica que lidera, agregó: "Hay que tener la serenidad para esperar al 8 de setiembre". Ese es el día que vence el plazo para la inscripción de las candidaturas.
Carrió sabe que un acuerdo electoral con López Murphy generaría gran revuelo en el ARI, el partido que ella fundó cuando dejó la UCR y del que se desafilió en marzo para armar la Coalición Cívica. "Para ella ya no es importante lo que diga el ARI", opinó con resignación uno de los dirigentes que se resiste a aceptar a López Murphy. Los aliados más recientes de Carrió, como Patricia Bullrich o Enrique Olivera, están a favor de su incorporación.
Sin perder tiempo, un encuestador ya salió a medir la intención de voto de Carrió después de un hipotético acuerdo. ¿Qué datos obtuvo? Que Carrió crece, sobre todo si lleva como compañero de fórmula a López Murphy. Con acuerdo y todo, la posibilidad de forzar un ballottage con el oficialismo todavía parece lejana.
El resto son sólo preguntas: ¿Qué haría Roberto Lavagna en caso de un acuerdo entre los otros candidatos opositores? ¿A quién votaría entonces Macri? ¿Cuál sería la estrategia que desplegaría el Gobierno?
Para conocer las respuestas, primero habrá que ver cómo terminan los incipientes contactos entre Carrió y López Murphy. Porque, como dijo uno de los dirigentes que participa de las negociaciones: "El acuerdo puede cerrarse en los próximos días o tal vez nunca".