martes, 6 de marzo de 2007

"Sería escandaloso que Macri apoyara a Lavagna"

Ricardo López Murphy es candidato presidencial y promete serlo hasta el 28 de octubre: "No tiene retorno".
Sólo aceptaría respaldar a otro postulante -Roberto Lavagna, por ejemplo- en un eventual ballottage contra el presidente Néstor Kirchner o su esposa, Cristina Fernández. Pero el jefe de Recrear no quiere ni oír hablar de algún tipo de entendimiento para la primera vuelta. Aún más: advierte que si Mauricio Macri decidiera respaldar al ex ministro de Economía ése sería el fin de Pro, la alianza que comparten desde hace dos años.
-¿Por qué decidió ser candidato a presidente?
-Es vital que nuestra sociedad tenga frente al régimen hegemónico y arbitrario una fuerza política que tenga los cánones propios del Estado de Derecho, de una sociedad abierta y de una economía de mercado.
-¿Por qué la alternativa no puede ser Lavagna?
-Lavagna ha sido históricamente un ministro de Kirchner y de Duhalde, un ministro del régimen que enfrentamos. Lavagna convivió con el gobierno de los centenares de decretos de necesidad y urgencia y del desconocimiento del federalismo.
-¿No va a avalar ningún tipo de acuerdo con Lavagna?
-De ningún tipo. Vamos a votar por convicción en la primera vuelta. Espero que me vaya bien. Pero si no, me parece natural que nuestros votantes busquen una expresión distinta del Gobierno.
-¿En la primera vuelta va a tener el apoyo de Macri?
-Yo voy a tener el apoyo de este espacio. No me parece que tenga que buscar el apoyo de una persona. Macri tiene una responsabilidad, que es disputar la ciudad de Buenos Aires.
-¿Macri le dijo si aprobaba su candidatura presidencial?
-No me hizo ningún comentario.
-¿Le molestó la forma en que Macri lanzó su candidatura?
-No fuimos muy prolijos. La estrategia debió haber sido fortalecer el proyecto. Las ambigüedades no ayudan a ese proyecto.
-¿Lo que más le molestó fue que Macri lo pusiera en el mismo plano que Sobisch?
-Está en las antípodas de lo que yo creo que son los valores institucionales que el país necesita. ¿Leyó lo que dijo Sobisch recientemente? Es una expresión extraordinariamente grosera, pero que pone en la perspectiva adecuada cuál es el problema [el gobernador de Neuquén dijo días atrás que "puede ser mejor un corrupto que un pelotudo"].
-¿Le preocupa que Macri, después de las elecciones porteñas, le dé su apoyo a Lavagna?
-No me preocupa. No me parecería congruente con el esfuerzo estratégico que se ha hecho.
-¿Cree que eso puede pasar?
-Creo que no, pero en realidad usted esa hipótesis por alguna razón la formula. Nadie va a dudar de mi coherencia. Espero que los demás actúen con la misma actitud, compromiso y lealtad con los que yo actúo.
-Si Macri apoya a Lavagna en la primera vuelta, ¿Pro se rompe?
-Bueno, ¿no le parece que sería un hecho escandaloso? Eso no haría viable el sostenimiento de la coalición. Es obvio eso. Si usted tiene un candidato que expresa la línea política que se ha sostenido sistemáticamente y decide apoyar a otro candidato, no hay más frente electoral.
-¿Qué le pareció la utilización de una nena para el lanzamiento de la campaña de Macri?
-Me parece que ocurrió accidentalmente. No tengo la sensación de que eso haya sido armado.
-¿Le gusta Blumberg como candidato de Pro en la provincia?
-No quiero hablar hasta que sepa si él va a actuar en la lucha política.
-¿Por qué gran parte de la sociedad respalda a Kirchner?
-Creo que está anestesiada por una mala interpretación sobre la recuperación económica. Se ha recuperado a pesar de la política pública, no gracias a la política pública. Fue porque las circunstancias internacionales son excepcionalmente favorables. Si la única propuesta es que rote el matrimonio presidencial en el poder, ¿no le parece que es una oferta anacrónica, pobre, pre-Revolución Francesa?
-¿Quién le gustaría que fuera el candidato del oficialismo?
-Me da lo mismo enfrentar a uno u otro. Se consideran sustitutos y yo también los considero sustitutos. Los dos rehúyen los debates, rehúyen las conferencias de prensa, rehúyen los reportajes de periodistas que no son obsecuentes con el Gobierno. Yo nunca vi un episodio tan grotesco como el día del discurso presidencial ante la Asamblea Legislativa. Usted escuchaba ese relato tipo Disneylandia y veía los alrededores ahogándose en la inundación. Veía colapsada la ciudad. Parecía surrealista el discurso.
-Esta semana va a empezar una gira por el interior. ¿Va a ir como candidato, precandidato...?
-[Interrumpe.] Voy a ser candidato a presidente. Eso ya está decidido y no tiene retorno.
-O sea que no va a bajar su candidatura a presidente...
-¡De ninguna manera!
-¿Va a ser doble candidato?
-Voy a ser candidato presidencial y candidato parlamentario.
-¿En la provincia?
-Se va a resolver más adelante.
Por Oliver Galak
De la Redacción de LA NACION 7/3/07